El regalo de un libro no es un fin en sí mismo. Es una reacción en cadena. Lo que uno lee da vueltas en el magín, se incuba y acaba poniendo el huevo en otros individuos y en otros goces. En este período de intercambio de obsequios ante el que nos hallamos, a través de un libro elegido va algo de nuestra manera de ser y de pensar, de mirar el mundo y de valorizarlo pero, sobre todo, lleva mucho de disfrute que queremos compartir. Un concepto, más que un manojo de ideas. Un despliegue de sentidos, más que un estilo o un género. A nuestro árbol no se le caen las hojas, más bien le crecen. Si no encuentras el título que deseas nos lo puedes solicítar.
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