domingo, 15 de diciembre de 2013

Manuela Paso nos presentó su libro Psoriasis




Ayer sábado 14 de diciembre, Manuela Paso nos presentó su libro de poemas Psoriasis, editado por la editorial Baile del Sol. Esta actriz (premio Max de teatro) se ha decidido a publicar los poemas de su propia hornada. Como leemos en una entrevista de Laura Fraile en Último cero, Manuela Paso afirma: "Mi entrada en la poesía ha tenido mucho que ver con la necesidad de decir mi propia palabra, ya que llevo mucho tiempo diciendo la de otros a través de personajes narrados por autores como Valle-Inclán o Lope de Vega. Necesitaba empezar a dedicarle esa energía a escribir mis propias palabras, mi propio conflicto, y a escribirlo interpretando mi dolor, mi pasado, todo lo que me indigna."

Para desahogarse con su propio conflicto, la poeta establece un paralelismo metafórico con las fases de una enfermedad, y divide el libro en cuatro partes: Etiología, epidemiología, pronóstico y tratamiento. Dice Paso en la entrevista citada: "La psoriasis es una enfermedad crónica que persigue al que la tiene durante toda su vida. Es como una mochila que esta persona lleva a cuestas. Este picor es una metáfora de lo que incomoda porque no ha sido expresado, ventilado o saneado, a pesar de que se puede curar expresándolo y dejando las heridas al aire".




PSORIASIS

Una vez mis sábanas filtraron la vergüenza.

Algo pasó con los míos.

Lo dice este pijama rojo talla 12 y mis bragas troqueladas.
Lo dice este jabón de azufre en mi piel que no persona:
que coral,

                                                              que piel celosía;

que cuerpo monologante en el que viaja más rápido el dolor de todos.

                                Soy un vehículo en esta psoriasis 
baila mi abuela analfabeta de sus piernas el oleaje prohibido;

en esta psoriasis 
testifica amenazas mi madre por unas onzas de silencio horizontal;

                                                          En esta psoriasis

hablan los abortos 
                                                                                                        la cárcel,

                   se desmaya la pobreza, agoniza mi padre

mientras la promesa ventrílocua de que voy a escribir pase lo que pase
           se ata a la garganta de esa enfermera. Fui vehículo en una escama.

Si ahora me desnudase seguiría el grito,
las violetas,
un hombre llamando al timbre,
las hijas sin derecho a guirnalda en la escalera, un pájaro acabado en el felpudo,
pelos negros y

un disfraz de princesa de Galerías Preciados que no encontró la salida.

  



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